martes, 20 de febrero de 2018
DEMONIOS Y ENTIDADES QUE SE ALIMENTAN DE CARNE Y SANGRE
Siempre hemos pensado que estábamos situados en lo más alto de la cadena alimenticia, que éramos la especie superior en este planeta y con esos aires de grandeza nos hemos movido por el mundo durante gran parte de la historia. Hemos mirado con desprecio y superioridad al resto de especies que habita la naturaleza, pasando por nuestros fogones a casi la totalidad de las mismas, pero hay de nosotros cuando nos percatemos que no solo no estamos en lo mas alto de dicha pirámide, si no que seguramente, tendremos que bajar un par de peldaños. Muchos de los Dioses que han tenido los distintos pueblos a lo largo de la historia, han exigido como parte indispensable de su adoración e intercambio de conocimientos, un ritual de carne y sangre, acompañado de ceremonias en las que las carnicerías y las mas horrendas torturas se llevaban a cabo sobre animales, niños (primogénitos en muchos casos) mujeres (por lo general vírgenes) y hombres (guerreros, iniciados o cualquier tipo de elegido a su gusto) en los que un sacerdote elegido por estas entidades, aplicaba los mandatos “divinos” para goce y satisfacción de estos.
Hay tres formas básicas de alimentarse de nosotros o mejor, como formar parte de su alimento, dejar claro desde el principio, que estas entidades no son humanas, y en su dieta los humanos formamos un elemento más en el menú. Ellos mantienen su forma básica de alimentación a los humanos (su mejor recurso), ellos aprecian mas nuestra especie sobre cualquier otra que habite el planeta, aunque esto no quiera decir que esas especies “menores” no les sirvan, simplemente extraen un catalogo mas amplio de placer y una extensión mas amplia de texturas a través nuestra.
Nuestro cuerpo desprende energías sutiles que sirven de sustrato a otras entidades.
Existen tres grupos básicos, los que se alimentan de nuestra carne y nuestra sangre, los que se alimentan de nuestra energía y los que lo hacen refinando nuestra energía de formas más complejas, pero no por ello mejores. La mayoría de estas entidades son regresivas, esto quiere decir que disfrutan de la energía en su estado mas negativo.
Estos demonios toman nuestra carne, nuestra sangre y nuestras grasas, como alimento esencial, pero no se limitan a consumirnos como nosotros pudiéramos hacer con una vaca, es necesario que esta carne sea macerada de una forma especial, ellos aplicaran mediante tortura y las formas mas horrendas de aplicar dolor al sacrificado hasta llevarlo al limite, dejarlo en un éxtasis de dolor consciente, procuraran llevarlo al paroxismo, al dolor máximo sin que este pierda el conocimiento ya que es ingrediente indispensable, las glándulas cerebrales se encargara de inundar el torrente sanguíneo de un cóctel de endorfinas y adrenalina que harán las delicias de estos predadores. Debemos asumir que estos demonios tienen altas cotas de poder sobre el pueblo, debido a su supuesta divinidad y al hecho de mantenerse completamente ocultos a nuestros ojos.
Estas entidades que viven en el llamado, bajo astral, lejos de nuestro normal rango visual y sensorial.
Tienen una especie de apetito que se satisface mediante la parasitación y la absorción de energías que nosotros como entes espirituales emanamos de algún modo. Los humanos como seres puramente emocionales no solo podemos mostrar amor, empatía o compasión, sentimientos que emiten una energía que puede ser percibida por los que tenemos alrededor nuestro, pero si por el contrario sentimos miedo, ira, tristeza u odio, esto también será percibido por nuestro entorno, ya que estas energías emitidas a través del canal sentimental son altamente poderosas, fácilmente sugestionables y para estos entes nutritivas. Para poneros un ejemplo palpable, es muy común el haber conocido a alguien, un amigo, conocido o familiar, que al estar un tiempo con él o ella, sentimos un cansancio fuera de lo normal, es como si nos hubieran robado nuestra energía, nuestra esencia vital. Los vampiros energéticos son muy comunes sobre todo en entornos laborales de alto estrés, es muy común que algunos de los integrantes de ese entorno laboral absorban consciente o inconscientemente la energía de aquellos que le rodean, especialmente de individuos anímicamente más vulnerables, los estados anímicos bajos o depresivos son ideales para que literalmente te dejen seco.
Cuando estos demonios son invocados en esos rituales y en el sacrificio ceremonial, la practica de la tortura solo sirve en un primer momento para atraer y posteriormente alimentar con esa mezcla de miedo y dolor a estas entidades y después alimentar con la carne y la sangre al resto El ser humano esta constantemente emitiendo energías de baja vibración, para servir de alimento a estas entidades. Solo hay que echar un vistazo detenidamente a nuestro sistema, en el que la competitividad, la culpa, el miedo, la depresión, el amor posesivo y el vacío moral, campan a sus anchas en un perfecto caldo de cultivo para estar emitiendo este tipo de energía, ellos se alimentan de forma parasitaria del odio, el miedo, la ira, la culpa, el rencor y un largo etcétera de sentimientos negativos, que hacen que propiciemos una emanación energética tal que seamos un autentico manjar para ellos y nuestro planeta sea un autentico y gigantesco buffet libre.
Entidades regresivas se alimentan de tu energía, propiciado por estados de miedo, culpa, ira u odio.
Estos entes regresivos también son capaces de parasitar elementos concretos. Estos parasitarios se pueden hacer con un individuo, una familia o una casa, en el caso, de ser un individuo su objetivo, lo sumirán en una gran depresión, un estado infinito de tristeza, en el que ellos como autenticas garrapatas se alimentaran de él hasta provocarle el suicidio. Los hay que gustan de la posesión como modo de alimento, someterán a ese cuerpo a innumerables torturas físicas para su degustación hasta que son expulsados o el sujeto muere, en ambos casos puede ser una o mas de entidades las que someten al humano. En el caso de que parasiten una familia, ellos provocaran la discordia y el odio entre los miembros y se alimentaran de la tensión creada entre sus miembros para alimentarse ellos. Cuando esto ocurre, la familia elegida será sometida a constantes cambios de ánimo, del odio, a la tristeza, de la ira, a la depresión y les perseguirá, hasta que este núcleo familiar quede completamente destruido o estas entidades sean echadas. En el caso de que tomen una casa o un lugar concreto, este será aprovechado para parasitar a todo aquel que more allí, de este modo intentaran consumir rápidamente a aquellos que paren en aquel lugar hasta destruirlos completamente, a no ser que estos opten por huir de ese lugar.
¿Cómo defendernos de estos entes? ¿Cómo evitar que se alimenten de nosotros? Muy sencillo, mas sencillo de lo que se pueda imaginar, si lo que quieres es no alimentar a estos demonios, lo mejor es evitar producir aquello que tanto les gusta y hacer todo lo contrario, sentirse feliz, seguro de si mismo, empezar a dejar fluir la empatía, creerse poderoso, siempre ser positivos. Sobre todo ser un verdadero Satanista.
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