NO RUEGUES UN PUESTO EN LA VIDA DE ALGUIEN

Cuando ya hayas dado todo de ti, cuando sientas que no te puedes “humillar” más, que no puedas caer más bajo, levántate victoriosa. No te de miedo decir: “lo intenté” lo luché, no salió como quería pero al menos no me quedé con las ganas de saber qué hubiera pasado si….?

Antes, debiste haberte dado cuenta que esa persona tal vez no te quería lo suficiente. Antes, debiste haber aprendido que el amor propio está por sobre todas las cosas. Debieron haberte enseñado desde que eras niña a amarte a ti primero y a no vivir buscando tu otra mitad porque simplemente tú ya vienes completa! No te juzgo, jamás lo haría. Total, a mí tampoco me enseñaron.

Pero si igual pasaste por esas etapas, no te arrepientas, todos debemos pasar ciertos ciclos para comprender el por qué de las cosas! No temas en intentarlo, trata hasta donde más puedas! Pero… espera! Un momento, date cuenta rápido!!!!! Cuando debas abrir camino e irte, entiende cuando alguien quiere que te alejes de su vida. No ruegues un puesto en la vida de alguien, quien te quiere jamás se arriesgará a perderte.

Hazte extrañar, haz que te piensen y que digan: ” extraño a esa persona, por como era, por quién era y por quién me hacía ser cuando estaba con ella. Extraño todas las cosas bonitas que me hizo sentir, extraño su aroma y sus ganas de siempre querer verme feliz, un capricho para mi, era un deseo para ella cumplirlo”.

Cuando a esa persona le falte todo lo bonito de ti, entenderá que como tú no hay alguien igual, alguien que quiera compartir con él todas sus metas y locuras. Justo ahí, pasará lo que deseabas en primer párrafo pero justo ahí, ya habrás entendido cuánto vales y cuánto mereces y que él no era el indicado para compartir contigo toda esa felicidad que tenías guardada.